Adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas en la Tercera reunión sobre los derechos del animal, celebrada en Londres en 1977.
Con preámbulo se establece que todo animal posee derechos y que el respeto hacia los animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos, además enfatiza que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los animales.
Por lo anterior dicha declaración en sus 14 artículos destaca lo siguiente:
Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.
Todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse.
Todo animal que el hombre haya escogido como compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural.
Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.
Los derechos del animal deben ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.