México, 1 Oct (Notimex).- Como un hito del urbanismo, que ha puesto en orden en más de 100 ciudades en el país, fue considerado el arquitecto mexicano Enrique Cervantes, a quien autoridades y colegas le rindieron tributo por su “invaluable contribución en la planificación urbana y la conservación de monumentos históricos”.
Encargado de la inspección de los edificios dañados luego el sismo del 19 de septiembre de 1985, Cervantes Sánchez (1923) tiene tras de sí 60 años de trayectoria, por los cuales fue distinguido en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología.
El homenaje estaba previsto en el marco de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), y se mantuvo no obstante que la edición fue cancelada debido a la situación de emergencia que aún priva en varios puntos de la ciudad, tras el sismo de 7.1 grados, del pasado 19 de septiembre.
El acto estuvo encabezado por Diego Prieto, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien aseguró que se con el homenaje se honraba la trayectoria de un maestro que ha trabajado en la recuperación de ciudades y de su patrimonio arquitectónico, urbanístico y cultural, en situaciones de catástrofes como la actual.
Luego hizo un repaso por la fructífera trayectoria del doctor Cervantes, destacando por ejemplo que él fue quien introdujo la zonificación a la planificación urbana y la reglamentación de uso de suelo, que derivó en planes de ordenamiento territorial.
“El doctor Cervantes ha puesto orden en más de 100 urbes de México, como Manzanillo, Tijuana, Uruapan, Saltillo, Acapulco y Zacapu, así como en San Pedro Sula, Honduras, y principalmente, en esta capital, a la cual dotó de un plano de zonificación y uso futuro de suelo, preludio de la ley federal impulsada en 1976, que obligó a legislar en la materia.
Otro de los hitos en los que ha participado fue la inspección de edificios por demoler después del terremoto de 1985, además del magno proyecto de rehabilitación del Centro Histórico de la Ciudad de México, entre 2002 y 2006.
Además, como universitario, insistió en la renovación de los planes de estudio de la Facultad de Arquitectura y presidió la comisión de posgrado, proponiendo cuatro maestrías, entre ellas la de Restauración de Monumentos.
En su oportunidad, Teresa Franco, ex directora del INAH, recordó que desde la primera vez que habló con Cervantes supo que era un hombre sabio, que posee “una enorme hondura en sus saberes, capacidad de ejecución, valentía para opinar con fundamentos y tomar decisiones”, entre muchas otras cualidades.
Para Franco, el doctor “tiene un espíritu positivo y emprendedor, y una gran amor por nuestro patrimonio cultural….representa un humanismo construido por saberes sólidos que iluminan un escenario específico o la visión de un territorio”.
Y fue su colega, el arquitecto Francisco Covarrubias, quien lo definió como el principal gestor del urbanismo contemporáneo en México, tras recordar que sus estudios en México y el extranjero le permitieron una visión integradora en la que se incorporó una visión sustentable, urbana y regional.
Realizó más de 50 proyectos arquitectónicos pero su actividad principal, dijo, ha sido el desarrollo urbano y la restauración de centros históricos como el de Morelia y el de la Ciudad de México.
El arquitecto, por su parte, recibió un diploma por su trayectoria y agradeció el reconocimiento, especialmente porque se realiza en estos tiempos difíciles que vive el país. “Agradezco a los ponentes por su compañía, pero sobre todo por su amistad, porque con ellos he realizado a los largo de los años, estudios y proyectos”, concluyó.