Aguascalientes, 31 Oct (Notimex).- Visitar el Museo Nacional de la Muerte en esta ciudad implica hacer un repaso de las diferentes expresiones que se han presentado en México, desde la época prehispánica hasta la contemporánea, respecto a este fenómeno inevitable que todos los seres humanos tienen asegurado.
Por Lucía Tadeo Sánchez. Enviada
El recorrido por este recinto museístico de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, inicia a un costado izquierdo en la sala llamada Inframundo, a la que se tiene que descender por unas escaleras, se trata de un espacio con luz tenue, en el que de inmediato se percibe una baja temperatura y que originalmente funcionó como aljibe (cisterna).
Aunque se desconocen la fecha de su construcción, se cree que se utilizó para almacenar el agua necesaria para las actividades cotidianas en lo que anteriormente fue el convento de San Diego, durante los siglos XVII y XVIII.
En entrevista con Notimex, el encargado del museo y galerías, José Antonio Padilla Pedroza, subrayó que dicha cisterna se descubrió en 2014 durante las remodelaciones del inmueble, no se sabía que existía porque no había registro en ningún lado de esta construcción subterránea.
Comentó que aquí se muestra la recreación de algunas manifestaciones funerarias presentes entre las sociedades prehispánicas que habitaron en las regiones del norte y occidente del territorio nacional.
Además, se exhiben vasijas funerarias originales dadas en comodato por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como algunas tumbas en las que se observan ciertas características distintivas de los entierros precolombinos, como son las ofrendas y las disposiciones de los cuerpos.
Indicó que este es el único museo de la muerte en el mundo que muestra la idiosincrasia del mexicano a través de la creación artística.
Explicó que la colección de más de mil 500 piezas que se encuentra en este museo en las salas Visión Prehispánica, Mundo Novohispano, México Independiente, Época Contemporánea, entre otras, fue donada por el grabador y pintor originario de Charo, Michoacán, Octavio Bajonero Gil.
“Por más de 50 años él estuvo recolectando, comprando intercambiando y haciendo su colección de calaveritas y objetos alusivos a la muerte, pero mexicanos, sólo lo que en el país se produce en torno al tema”, precisó.
Expresó que al ser artista visual y grabador estuvo en San Carlos, donde conoció a artistas de la época e intercambió con ellos obra plástica que también donó a este museo, sin embargo, desde la remodelación del museo, “no tenemos Sala de Arte Moderno y Contemporáneo, por lo que este acervo no está disponible al público”.
Todos estos objetos se complementan en la sala Histórica con la obra en comodato de Mercurio López Casillas, colección de impresos que hablan de la muerte en diversas etapas de la historia, como novenarios y encomendaciones de tipo religioso, entre muchos otros.
En las salas del museo se encuentran documentos, pinturas, panfletos, volantería, fotografías de funerales y muertos, calaveras de diferentes tipos y materiales. Destacan objetos como una calavera de cristal de roca de origen mexica, la Virgen de la Buena Muerte del siglo XVIII, así como un danzante de papel de cerillo pintado que apenas mide 0.9 centímetros.
Padilla Pedroza anotó que la sala Polivalente está asignada a las exposiciones temporales, y actualmente se encuentra la muestra “Ánimas de Traspatio”, de la artista visual mexicana Sumi Hamano y estará hasta el próximo 4 de febrero de 2018.
En el patio del inmueble se encuentra una réplica del mural del artista Diego Rivera, “Sueño de una noche dominical en la Alameda Central”, en el que se aprecia al grabador aguascalentense, José Guadalupe Posada tomando del brazo a La Catrina.
En este sitio es importante la presencia de los visitantes nacionales e internacionales de todas las edades que no dudan en fotografiar este mural, así como tomarse fotos muy cerca de La Catrina.
En este sentido, Raquel Mejía, visitante a este recinto desde Fontana, California, dijo a Notimex que “es impresionante esta información y objetos que realmente allá nunca vemos, esto es algo que las escuelas no enseñan, para conocerlo tienes que tomar clases especializadas en la universidad”.
Indicó que aunque nació en Guanajuato, desde muy pequeña vive en Estados Unidos y no había regresado a México desde hace 24 años, por lo que ver todos los artículos exhibidos es algo muy sorprendente para ella, mientras intenta entender y explicar a su hija las explicaciones que se dan en las placas que acompañan los objetos.
“Mucha gente allá no tiene idea de lo que significa esto, la muerte; en el Día de los Muertos, las personas van a los cementerios, y sí, ponen cosas en las tumbas según lo que piensan que es la cultura de aquí y las tradiciones, hacen sus propios conceptos, pero es muy diferente a lo que estamos viendo”, destacó.
Mientras que Sheila Arellano, proveniente de Cuernavaca, Morelos, manifestó que “la información es impresionante, sin embargo lo que más me impactó fue la foto de Emiliano Zapata muerto, porque en la glorieta que se encuentra en Morelos siempre lo hemos visto a caballo muy imponente”.
“Encontré muy interesante la foto del Cerro del Muerto, la explicación que se da sobre su forma y en la que realmente se ve a una persona acostada, pero al venir y leer la leyenda, eso es algo de lo que me llevo”, subrayó.
“Aborda de una forma puntual lo que es la muerte para los mexicanos, esa parte de que nos reímos de la muerte. Viene una explicación en cuanto a cómo eran los rituales funerarios, fotos, y muchos objetos”, señaló.
A su vez, Óscar Rodríguez Díaz, anotó que le agradó mucho todo el museo y le resultó interesante las expresiones históricas relacionados con la muerte sobre México y las obras de artistas originarios de Aguascalientes. “Esto nos demuestra que hemos conservado tradiciones y también la historia”.
En el marco del Festival Cultural de Calaveras, el Museo Nacional de la Muerte tendrá del 1 al 3 de noviembre conferencias, exposiciones, proyección de cortometrajes, el concierto del grupo Nesh Kala, así como la premiación de concursos de talentos universitarios.